¿Suavizante para la ropa? No, gracias. Los ingredientes químicos contenidos en un suavizante industrial pueden resultar tóxicos y, en muchos casos, son una de las causas de alergias e irritaciones en la piel. Las sustancias contenidas en el suavizante permanecen, en parte, en las fibras de los tejidos y esto puede ser causa de irritaciones en personas con una piel particularmente sensible.
Además, el suavizante como muchos otros productos químicos, son altamente contaminantes. Decidir no usarlo, es un gesto que nos hará bien a nuestra piel así como ayudaremos a mantener el planeta un poco más limpio. Otro motivo que nos reforzará en nuestra intención de sustituir el suavizante es el aspecto económico: el suavizante no es imprescindible para tener una colada limpia y sin rigidez en las fibras; así que si excluimos el suavizante de nuestra lista de la compra, nuestro bolsillo lo agradecerá.
¿Cómo sustutuir el suavizante con productos naturales y soluciones caseras?
Existen distintas soluciones que nos permitirán de sustituir el suavizante químico y ayudarán a eliminar la cal de las fibras, que es la culpable de la rigidez de los tejidos.
Vinagre de manzana o de vino blanco:
Será suficiente poner una taza de café de vinagre de manzana o de vino blanco en el cajetín del suavizante. El vinagre es un antical natural, así que además de eliminar la cal de las fibras, mantendrá la lavadora limpia y sin incrustaciones. ¿Te preocupa el olor? No te preocupes, pon a secar la ropa al aire y verás que en pocos minutos no se sentirá rastro de olor a vinagre.
Bicarbonato de sodio:
El clásico bicarbonato de los mil y un usos. Al igual que el vinagre, ayuda a mantener las fibras suaves y sin cal y a mantener la lavadora limpia y eficiente. Como en el caso anterior, será suficiente añadir una cucharada sopera de bicarbonato en el cajetín de la lavadora. El bicarbonato es útil además como aditivo para reforzar el poder de nuestro detergente: añade una cucharadita de café al detergente líquido y notarás la diferencia.
Ácido Cítrico:
El uso y propiedades son muy similares a los del vinagre, con la ventaja de que no deja absolutamente olor y no tiene un pequeño inconveniente que algunos científicos han atribuido al uso del vinagre. Se trata del hecho de que usando continuamente vinagre en contacto con el acero, este último podría desprender ínfimas cantidades de níquel que, con el tiempo, podría ocasionar una sensibilidad a tal sustancia. Con el ácido cítrico este problema no se daría, por lo que sería una alternativa aún más segura.
El ácido cítrico se encuentra en polvo y es necesario preparar una solución al 10%. La solución se prepara con 1 litro de agua destilada y 100 gramos de ácido cítrico. Se puede añadir algunas gotas de esencias a gusto para dar fragancia a nuestro suavizante casero y ecológico.
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